lunes, marzo 12, 2007

El verde de tu centro.

Quizá, alguna vez, el verde que te mueve
estalle desde el borde de tu centro.
Tal vez el enroque entre noche y madrugada
te llene de bostezos.
Y así nunca sabras si la luz de la luna te ilumina
o solo revienta en tu cara el haz insolente
y frio que te nubla.
En el medio de la nada, grave y en desorden,
tu pecho se quiebra de dolor y aquellas lágrimas,
que a veces te salvan, hierven de locura y se evaporan
en tus labios.
Esta vez ni sus besos sanadores lograran rescarte
del abismo.
La gran duda final se extrapola con ese amor que sabes fatal.
Y esa cruel realidad que apenas manejas, definitivamente,
se derrumba en tu silencio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

good

ElOjoAzul dijo...

cuánto poder en las palabras!!!