jueves, diciembre 29, 2005

Antiguas sensaciones, nuevas experiencias...


Escucho música. Tranquilo, acá en casa. Estoy solo y cada tanto creo pensar en vos. Son las tres menos diez de la mañana y sonrío cuando pienso en que seguramente estarás por el decimoquinto sueño… y me pregunto como dormirás… boca abajo?, abrazada a la almohada?, semidesnuda?, sin corpiño... y con esa exuberancia?... Con el cabello suelto?... tendrás los pies fríos?... me pregunto si soñaras en colores… y vuelvo a sonreír cuando me pongo a imaginar la clase de sueños que tendrás…
Ahora empieza esa vieja canción de Edith Piaf, “L´ymne a l´amour” y en su ritmo vuelo hacia vos. Te miro. Te escucho respirar y creo que todo esto es muy loco. Hace frío. Y como ocurre solo en sueños, todo es perfecto. Te acaricio la cara y te movés. Te beso los labios cerrados… sonreis en sueños: no creo que estes soñando en las cosas que hablamos hoy… la canción termina y con ella, mi vuelo imaginario.
Ahora estoy de nuevo en el living que fastidiosamente te detallé esta tarde. La música esta suvecita. La luz baja y una copa enorme con un poco de vino tinto… solo faltas vos y vuelvo a sonreir cuando pienso que mi vecino estaría felíz de escuchar la voz de una chica en mi casa… y yo de tener a una mujer como vos sentada en mis rodillas.
Me hago miles de preguntas pero no me torturo: ahora estoy en paz conmigo mismo… tal vez el vinito hizo lo suyo… pero no puedo dormir y no es por vos… es por vos… no es por vos… será por vos?... pienso y concluyo que no creo en el azar… como vos no crees en el enamoramiento.
Y también me pregunto si seré el tipo indicado para cabalgar tus caballos indómitos o ahogarme en el mar azul de tu intensidad… aunque estoy dispuesto a hacerlo, así como también podria domesticar mi corazón salvaje… creo que cruzamos un linea y ahora no importa quien empujó a quien… estamos cortados por el mismo filo y somos imperfectos y únicos… siento que te atravieso como un fantasma y que tu espiritu esta en el aire recibiendo mis sensaciones…
La desesperación es una trampa dulce e intensa de la que nunca termino de salir y a veces me pareces el accidente que esta a punto de suceder, la explosion repentina, el orgasmo infinito… grito como un ángel desesperado: me encantaría que alguna vez me necesites como al aire…
Escribo frenético y siento que mi corazón esta corriendo de nuevo al “Cuarto B” de un edificio lejano. Trato de detenerlo y no se si es miedo o esperanza pero si que es como una droga peligrosa que me lleva muy alto: me volví adicto a tu voz. A tus vaivenes. Y no lo puedo evitar, aunque el frío o la soledad a veces te hacen pensar en cosas que no se deben: en cosas como hacerte el amor a full, desvanecerte en un abrazo cálido y hondo, como aquel “touch” profundo y duradero que alguien te propuso cuando todavía todo era un deseo.
Ahora canta Silvio Rodríguez, mi tio (aquí tenes que reirte porque fue un chiste)… una canción superdulce, pero triste, como mis dedos desde que no te tocan. Habla de un ángel para un final. Que te roba la voz el día que te toca olvidar… Y es muy loco, porque tiene una frase que roza en alguna historia conocida... y dice : “… Todo empezó en la sorpresa, en un encuentro casual, pero la noche es traviesa cuando se teje el azar, sin querer se hace una ofrenda, que pacta con el dolor o pasa un ángel, se hace leyenda y se convierte en amor…”... Son casi las cuatro. La noche no se portó demasiado bien conmigo… pero ya tengo la cama lista, las manos cansadas y los ojos húmedos. Será mejor irse a dormir. La mañana acecha a la vuelta de la luna. Estaba muy rico el vino... igual que tus besos.
Basta me voy.

sábado, diciembre 03, 2005

Solo sé que no sé cuidarte de mi Amor

"... Si pudieramos dejarlo... Vos sabes que yo no se cuidarte de mi amor..."

Nada es para siempre, aunque creas q las lágrimas sean amargas, amigas del dolor y sucias.
Como soslayar tanta maldad, tanto silencio. Tanto error, tanto egoismo...