lunes, octubre 10, 2005

Aquellos tiernos ojos inocentes



Que no juzgan. Solo dan y reciben amor.
Regalan sonrisas y esperanzas.
Tiernos, sinceros, increibles, asombrados, finalmente inocentes...

Pulveriza mi egoismo tu presencia
como un Dios mágico y real:
cuerpo de mi cuerpo,
sangre de mi sangre,
piel de mi piel,
agua de mi boca.
Anatomia fantástica de mi alegría.

1 comentario:

Soledad dijo...

Me llego de una manera increible lo que escribiste, y la foto... es super tierna, tan sincera, natural.. Felicitaciones, por el escrito y la creación.
Besos