lunes, octubre 09, 2006

Que. Y cuando.

Si Moscú no cree en lágrimas y a Madrid le faltan caricias, Buenos
Aires produce ese vértigo que no acompaña, solo duele…
Cuando cerrar los ojos se vuelve imperioso y abrir los sentidos se
torna inadecuado, cuando sos y soy, cuando somos y también cuando coincidimos en no ser.
Cuando el sexo no es mas que el paño donde descubrís el juego q mejor juegas y más te gusta, cuando tu voz deja marcada en mi piel un esbozo de encuentro cubierto de cenizas…
O cuando, es casi nunca.

Entonces si Moscú no llora tus dolores, que le queda a mis presencias? cuando el lunes es sinónimo de ausencia y las ausencias son sinónimos de letargos...
Cuando el que siempre expone las alas soy yo y la que cae en picada es mi suerte…
Como sacar energía cuando los vampiros del mundo hacen su fiesta en tu cuerpo?...
Como calcular los dígitos que cruzan tu ecuador?
Será que no tenerte es garantía absoluta de soledad y deseo,
de miedo y esperanza... o de consuelo?

Acaso desaparezcas finalmente el día que las hojas amarillas de mis
poemas hayan borrado ese nombre repetido como un mantra...
Esos misterios que se repiten acá en el sur, solos y desapercibidos,
dicen que la piel tiene recuerdos, aunque la mía ya se resigno a olvidar
tus caricias.

Aun cuando mis venas pidan a gritos tu sangre, cuando se aglutinen la
pasión y el deseo, cuando la necesidad sea más fuerte que el porque,
cuando libremos la batallas que nos liberen de la adicción a nuestros
fluidos…
cuando Buenos Aires se empeñe en separarnos, hagamos al revés
de Madrid y acariciémonos hasta gastarnos las palmas de las manos, las yemas de los dedos... hagamos que Moscú crea en el agua de tus ojos, la conciencia de lo lógico y las buenas costumbres…

Aún así, creo, volverás a reclamar mi éxtasis derramado en tu boca
en forma de miles de espermas, en signo de campo magnético soluble en tu misterio…

Mis manos callan mis necesidades sin piedad: si cuando no estas te
siento y cuando estás lo olvido…
que pasará con aquel Febrero?...
que será de mi cuando no tenga ya tu Vos?... cuando esté lleno de tu ausencia?
que será del mapa de tu piel en que de tan borroneado y exhausto, los caminos de la verdad y la mentira se hacen uno?.

Luego de eso, cuando toda negación sea tangible y cada sensación sea
solo una musa… que será de vos?... que será de mi?... que va a ser de nuestros gestos conocidos?...
Y que del delivery de piel que reclama tu carne?

Cuando todo pierda sentido, hasta este silencio.
Cuando los ojos anuncien sueño y no dolor.
Cuando mis magos no seduzcan a tus hadas.
Cuando las manos esclavas de este cuerpo y del calor de tu sangre ya no muevan...
Cuando en Madrid caiga la nieve y a Moscú se le escapen las lágrimas reprimidas.
Cuando las putas tristes de Buenos Aires recuperen la sonrisa... cuando ya no te escriba, entonces, nunca sabrás porque dejé de hacerlo.

jueves, octubre 05, 2006

Corazones con D de Destierro, Dolor, Desesperanza.

Una luz y el ojo idiota.
O el fantasma interminable.
Cuentos de espectros que se saben pero q se ignoran.
Lo que viene es como un desierto de cenizas y es imposible engañarlos cuando todos se conocen las caras.

La llovizna o la neblina y la noche q se estira en sus retinas:
-"no te conozco, andate"... dice moviendo los ojitos opacos, como muertos...

-"no me persigas mas, quien sos?... y la carcajada q retumba sin alegría.

Delivery de la destrucción de la conciencia.
Humilde reparto de veneno empastillado en bicicleta: una, dos, tres millones de vueltas por esas calles de nombres desconocidos...

Los alredores del monstruo internacional son modestos y oscuros como su futuro... igual sube, se agacha, reprime asco: a esta hora deberia estar durmiendo. Soñando con algo mas agradable que el poder "zafar" de esos agujeros negros en los que se hunde irremediablemente cada noche: tragando, escupiendo, exponiendose, dá igual... como cada día, como a cada segundo.

Siente que en los caminos del barro, aunque quiera, no tiene a quien reclamarle nada.
Y sigue lloviendo.
O bardeando en la garúa y el cristal que se va rompiendo en lágrimitas de abstinencia... pide... pide... ruega... vuelve a bajar... entonces, el cuerpito gastado se presta una y otra y otra y una vez más, al juego acostumbrado de la fantasía ciega de quien bordea la perversión.
Ve pasar seguido a la muerte cada noche y ya son casi cómplices... tiene la sangre contaminada del "no futuro" al que la condenamos... y se la consume tanto o mas que ese polvito blanco que suele fumar...

Después de todo, su aliento llega rancio y su mirada ya no tiene ese brillito que se pierde con la desesperanza:

cuanto hace que sus mejillas no reciben una caricia de amor?...
cuanto hace que su alma salio de gira y ya no volvio?...
cuanto hace que extravió esa inocencia que apenas había estrenado?...

Imposible tener tantas respuestas cuando la única certeza es la misma nada.